Olimpia, el santurio del famoso templo de Zeus y origen de los Juegos Olímpicos en la antigua Grecia, fue destruido probablemente por repetidos tsunamis que se adentraron en el interior del territorio, y no por inundaciones provocadas por una ríada tras un terremoto, como se había supuesto hasta la fecha. Pruebas en apoyo de esta nueva teoría han sido obtenidas por el profesor Andreas Vött, del Instituto de Geografía de la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz (Alemania).
Vött investigó el lugar como parte de un proyecto en que él y su equipo están estudiando los paleotsunamis que se produjeron a lo largo de las costas del Mediterráneo oriental durante los últimos 11.000 años. Hasta la fecha, se había supuesto que Olimpia fue finalmente destruido por un terremoto en el año 551 dC y posteriormente cubierto por depósitos de inundación del río Kladeos.
Usando métodos geomorfológicos y geoarqueológicas, Vött ha llegado a la conclusión de que Olimpia fue golpeada repetidamente por inundaciones catastróficas en su historia. La presencia de conchas de moluscos y gasterópodos y los restos de abundantes microorganismos, tales como los foraminíferos son una clara evidencia de un origen marino de los sedimentos. Los sedimentos fueron transportados hacia el interior, obviamente, a alta velocidad y alta energía, llegando a Olimpia, aunque el sitio se encuentra a unos 33 metros sobre el nivel del mar.
Fuente: muyinteresante.es
Vött investigó el lugar como parte de un proyecto en que él y su equipo están estudiando los paleotsunamis que se produjeron a lo largo de las costas del Mediterráneo oriental durante los últimos 11.000 años. Hasta la fecha, se había supuesto que Olimpia fue finalmente destruido por un terremoto en el año 551 dC y posteriormente cubierto por depósitos de inundación del río Kladeos.
Usando métodos geomorfológicos y geoarqueológicas, Vött ha llegado a la conclusión de que Olimpia fue golpeada repetidamente por inundaciones catastróficas en su historia. La presencia de conchas de moluscos y gasterópodos y los restos de abundantes microorganismos, tales como los foraminíferos son una clara evidencia de un origen marino de los sedimentos. Los sedimentos fueron transportados hacia el interior, obviamente, a alta velocidad y alta energía, llegando a Olimpia, aunque el sitio se encuentra a unos 33 metros sobre el nivel del mar.
Fuente: muyinteresante.es
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